En este verano primaveral, o más bien otoñal, en el que cada día me despierto con la esperanza de que el sol brille trás la persiana y me topo con la realidad del fresquillo y las nubes. En este verano en el que aun no hemos podido sacar la ropa que se usa en esta estación estoy sufriendo la semana más larga del mundo.
Me queda un día para las vacaciones de julio, una semana de descanso de estas cuatro paredes que me agobian tanto. Una semana de campo y espero que de sol y es que no me voy al caribe ni nada por el estilo, me voy al campa que es lo que realmente me apetece.
Parece mentira que despues de tanto tiempo en que los scouts pasaran para mi a un segundo plano pueda decir que tengo muchas ganas de volver alli y es que es volver a lo mismo. Cambia la gente pero no la esencia y eso a cualquiera que haya vivido tantos campamentos como nosotras nos engancha.
Ya solo queda un día y disfrutaré con mis dos niñas de un finde de tiendas, rio, noches en la cocina como antes y sobretodo sabiendo que el lunes no tendre que sentarme delante del ordenador ni cojer el telefono.
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1 comentario:
ejem, ejem, ejem, he leido que sigue haciendo fresquito (en alusión más bien al frío, claro) que hay nubes y que no estás viendo el sol... Puesssss, te jodes!!! jejejeje. Aquí en el sur el termómetro roza los 30 grados, una temperatura excelente pues el calor no es agobiante pero sí suficiente para poder lucir moreno, además de patas y escote, por supuesto.
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