Una noche cualquiera de este lluvioso mes de junio

Una noche cuaquiera puede ser tu noche o nuestra noche. Sin planes, lo que surja e irte a dormir con la sensación de que no podia haber sido mejor si lo hubieses planeado. Solo nos hizo falta una torta de pan y la compañia de María para convertir la velada en algo especial. Una cena improvisada, amigos y risas. ¿Que más se le puede pedir a una noche cualquiera de jueves de un mes de junio?
Ultimamente tengo muchas noches cualquiera que se convierten en especiales y por eso os doy las gracias porque sois vosotros los que las haceis asi.
Estoy feliz por los amigos que tengo porque puedo decir que toda la gente que me rodea me aporta algo, porque ya no me siento sola y porque se que con vosotros nunca lo estaré y después de estos días de cruces de mail y comentarios en este blog me he dado cuenta de lo que vale cada uno.